http://youtu.be/bmFLAo3uWYg La convención nacional del Partido Popular celebrada este fin de semana ha servido a los populares, a falta de la denominación de candidatos, para curar viejas heridas, incluir, a la vista de las próximas elecciones, activos olvidados, como José María Aznar, introducir de nuevo en su discurso colectivos muy dolidos durante estos años con el mandato de Rajoy, como las víctimas del terrorismo, y recordar su historia y sus causas para reconectar con -y movilizar a- su electorado clásico. Sin embargo, y como ha considerado hoy Benigno Blanco en La Razón, ex secretario de Estado con los populares en el Gobierno de Aznar y presidente del Foro Español de la Familia, ha habido un gran ausente en la reunión popular: la vida. Según Blanco, «esta Convención ha escenificado –por omisión- el abandono por parte del PP de su histórico compromiso con la defensa de la vida del más indefenso de todos: el que aún no ha nacido. He visto imágenes y oído discursos de personas a las que conozco, de personas que en años pasados se opusieron al aborto, que votaron contra el aborto, que firmaron recursos de inconstitucionalidad contra las leyes permisivas del aborto, que han dicho en público y en privado –también a mí- que para ellos la defensa de la vida era esencial, que se han manifestado en las calles con la buena gente provida contra el aborto muchas veces. Pero este fin de semana no se han acordado de esos niños que no llegan a nacer. ¿Ya no les importan?». El único verso suelto, en este sentido, ha sido el alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González Terol, que fue invitado a hablar el sábado junto a otros máximos responsables consistoriales en un foro abierto para relatar las medidas o propuestas que llevan a cabo en sus municipios. Las intervenciones, que fueron moderadas por la diputada nacional Julieta de Micheo y la propia la secretaria general del Partido Popular y presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, estuvo cargado de relatos. Sin embargo, solo este edil, también diputado en la Asamblea de Madrid, aprovechó para exigir un compromiso mayor por parte de su partido ante este asunto. En este sentido, este alcalde no quiso recriminar directamente a la dirección su tibieza ante estos dos grandes temas. No obstante, sí quiso aprovechar el tiempo que le fue concedido para hacer hincapié en lo que se está haciendo en la localidad que rige, con una población de 50.000 habitantes. Remarcó que en Boadilla del Monte, a 14 kilómetros de Madrid, se reserva un millón del presupuesto municipal para premiar a las familias que tienen hijos, independientemente de su renta, y a ayudarlas en su manutención hasta los 3 años. La cuantía de estas ayudas, únicas en España, asciende a 700 euros por nacimiento y 350 euros durante los posteriores cursos hasta los 3 años, ayudas que se multiplican si se es familia numerosa o se tiene a cargo algún menor con discapacidad hasta los 2.000 0 3.000 euros, depende del caso. Además, señaló que también facilita a las familias su desenvolvimiento con otro tipo de exenciones fiscales y subvenciones a aquellas que peor lo están pasando además de con el Centro de Atención de la Familia o el Centro de Orientación Familiar, este último instalado por la diócesis de Getafe. Asimismo, señaló la Escuela de Abuelos que se organiza a nivel municipal para ayudar a sus hijos a educar a sus nietos en una sociedad que cada día es más difícil compatibilizar trabajo y familia. Por último, envió un mensaje claro: “las familias necesitan el apoyo del Estado, por supuesto de su región, y también de sus Ayuntamientos”. Y acabó distinguiendo “un último concepto indisoluble al de familia: la vida. Me siento especialmente orgulloso de poder presumir que tenemos el primer hogar de vida en el oeste de Madrid que acoge a madres embarazadas sin recursos que decidieron dar el paso de sacar a sus hijos adelante gracias a que un Ayuntamiento ha estado junto a ellas”, lo que despertó el aplauso de los presentes al cierre de la intervención.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando