«Cristo era la pasión dominante de la vida de Marcos»

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Sin título La Revista Huellas publica el testimonio del «padre espiritual» de Marcos Pou, el seminarista fallecido en un accidente el pasado mes de febrero. 


El 22 de febrero, Barcelona amanecía con la trágica noticia de la muerte de uno de sus seminaristas en un accidente de moto. Marcos Pou entregaba su alma a Dios y dejaba tras de sí el testimonio de una vida ofrecida a Cristo y a los demás. Unas semanas después de este suceso, la Revista Huellas ha publicado un reportaje que recoge el testimonio de José Miguel García, director espiritual de Marcos durante cuatro años. José Miguel relata cómo Marcos alcanzó la meta que llevaba persiguiendo muchos años: el abrazo amoroso con Aquel que le había conquistado por completo. Asimismo, confiesa que el que era «hijo» se convirtió súbitamente y sin que nadie lo esperara en «padre»: «El sábado 21 de febrero, pasadas las seis de la tarde, recibía este mensaje de Marcos: «Leyendo los Ejercicios, luego bautizo del hijo de Españita y luego un encuentro que he organizado con Miguel sobre los Hechos de los Apóstoles… Me acuerdo de ti, amigo mío. ¿Cómo andas? Qué grande es Cristo, te invito a pensarlo un instante». Fue la última provocación que me hizo en esta tierra. Cualquier ocasión era buena para acompañarnos en la peregrinación de la vida, con el deseo de que dominara siempre la presencia de Cristo. Cualquier ocasión era buena para sostenernos en el deseo de conocerle y amarle cada día más. Durante unos años he sido padre para él, preocupado por ayudarle en el camino de la fe, en su deseo imperioso de ser totalmente de Cristo. Hoy, después de su muerte repentina, Marcos ya ha alcanzado la meta. Se fundió en un abrazo amoroso con Aquel que su corazón añoraba tantoAcceda al reportaje completo aquí

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