La formación izquierdista enmienda los Presupuestos para que se disminuya la asignación del Estado a la institución hasta lograr su total autofinanciación en el 2018. Que el Estado no aporte ni un solo euro a la Iglesia. Esto es lo que propone Izquierda Unida para el 2018. La formación izquierdista ha solicitado en una de sus enmiendas al proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 que se rebaje del 0,7% actual al 0,5% la cuota íntegra del IRPF correspondiente a los contribuyentes que manifiesten en la Declaración de la Renta su voluntad de financiar la Iglesia Católica. Asimismo, plantea disminuir hasta los 9,5 millones de euros la cantidad mensual que el Estado entregará a la Iglesia en 2016, al mismo tiempo que pone como fecha el 31 de diciembre de 2018 el plazo para que ésta se autofinancie con las donaciones de los fieles. «Se propone recortar razonablemente la asignación tributaria a la Iglesia Católica en el IRPF con la finalidad de que la Iglesia participe en el esfuerzo colectivo necesario para superar la crisis y hasta que se produzca la progresiva adaptación de la Iglesia Católica a su autofinanciación», señala IU en la argumentación de la enmienda. La formación liderada por Alberto Garzón, ha planteado también en otra enmienda al PGE la supresión del «privilegio de emisiones de certificaciones sobre bienes inmobiliarios (IBI) de la Iglesia Católica». Lo que Izquierda Unida no ha aclarado es si en los próximos meses serán los miembros de su formación los que se dediquen a financiar o colaborar con organizaciones sociales que dependen de la Iglesia como Cáritas, y que llegan allí donde no alcanza el Estado. Por otra parte el Partido Popular, ha presentado un nuevo mecanismo de financiación, con el objetivo de establecer un sistema «con carácter estable», por la cual el Estado entregaría mensualmente a la Iglesia Católica 13.266.216,12 euros en 2016, lo que supone cerca de 159 millones de euros para el próximo año, a cuenta de lo que espera recaudar con la casilla de la Iglesia del IRPF. Estos 159 millones previstos por el Gobierno en el proyecto de ley equivalen a la previsión de ingresos por los contribuyentes que marquen la casilla de la Iglesia del IRPF, por la que otorgan el 0,7% a la institución. La previsión de este anticipo, según precisan fuentes de la Conferencia Episcopal, se realiza en base a lo recaudado el año anterior a través de la ‘X’ a la Iglesia en el IRPF, que según el último ejercicio, correspondiente a la Declaración de 2013 ascendió a 247,5 millones de euros, lo que supondría entregar a la Iglesia 20,6 millones al mes. Ahora bien, el PP en su enmienda plantea que el cálculo de las transferencias mensuales se realice en función de la última Declaración liquidada, en lugar de la previsión de ingresos para el ejercicio corriente como se hacía hasta ahora.
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