Obama cumple su amenaza de mantener la financiación al aborto

Obama cumple su amenaza de mantener la financiación al aborto

El Papa Francisco y Barack Obama durante la visita apostólica del Santo Padre.
El Papa Francisco y Barack Obama durante la visita apostólica del Santo Padre.
El presidente de Estados Unidos declaró que no permitiría que se retiraran los fondos públicos al gigante del aborto Planned Parenthood, acusado de traficar con órganos humanos.  El pasado viernes 18 de septiembre, 241 congresistas estadounidenses votaron a favor del proyecto de ley Defund Planned Parenthood, que establece la retirada de financiación pública a la multinacional abortista, acusada de traficar con los órganos de los fetos abortados y venderlos a empresas de investigación científica y otras entidades. Esta decisión de la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, pretendía asestar un duro golpe al negocio del aborto retirando los fondos de 500 millones de dólares a la multinacional abortista Planned Parenthood. A pesar de esta resolución de la Cámara de Reprentantes, el presidente Barack Obama amenazó con bloquear cualquier intento de eliminar la financiación a Planned Parenthood, principal donante de su campaña política, y ha cumplido sus palabras. El Senado estadounidense, gobernado por los demócratas, ha votado en contra del proyecto de ley Defund Planned Parenthood, y ha avalado que el Gobierno estadounidense continúe financiando a una multinacional abortista acusada de traficar con órganos de los bebés abortados en sus clínicas. Esta decisión del Senado se ha producido al mismo tiempo que tiene lugar la visita del Papa Francisco a Estados Unidos. El Santo Padre pronunció el pasado jueves 24 de septiembre un histórico discurso en el Capitolio, ante los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado, en el que abogó por «defender la vida en todos sus estadios». Sus palabras cayeron en saco roto en lo que a los miembros del Senado se refiere, que no han dudado en apoyar al gigante del aborto Planned Parenthood. El proyecto de ley Defund Planned Parenthood, que aprobó la Cámara de Representantes y ahora el Senado ha vetado, pretendía que la multinacional abortista no recibiera financiación pública al menos durante un año y mientras durara la investigación que pretende averiguar si en las clínicas de Planned Parenthood se trafica con órganos humanos. Este debate sobre la financiación del aborto en EEUU tiene su origen en la publicación por parte de la asociación Centro para el Progreso Médico de diez vídeos grabados con cámara oculta que muestran a directivos de Planned Parenthood vendiendo órganos de los fetos abortados y traficando con indiferencia con las partes de los bebés no nacidos. «Todo lo que vendemos es fresco» o «Sube la oferta por este órgano, que quiero comprarme un Lamborghini» son algunas de las declaraciones de estos directivos que desconocen que están siendo grabados y piensan que están tratando con compradores de órganos. ‘Continuaremos la investigación por el tráfico de órganos’ El senador John Cornyn, número dos del Partido Republicano, ha criticado duramente a los demócratas por su lealtad a Planned Parenthood. «Los demócratas han cumplido su promesa de bloquear la legislación», ha asegurado Cornyn, «pero esta lucha está lejos de terminar». Los republicanos parecen decididos a seguir adelante con las cuatro investigaciones abiertas a Planned Parenthood que podría probar el negocio ilegal de tráfico de órganos que lleva a cabo la multinacional abortista. Durante una de las sesiones de la comisión de investigación que examina las actividades de Planned Parenthood testificaron Melissa Ohden y Gianna Jessen, dos mujeres supervivientes de abortos. «¿Cuántos Lamborghinis se han comprado con sangre inocente?», preguntó Gianna Jessen, haciendo referencia a la macabra broma de una de las directivas que aparece en una de las grabaciones y que entre risas asegura que necesitaría vender muchos órganos para comprarse un Lamborghini. Esta mujer sobrevivió a un aborto y nació, a pesar de la voluntad de su madre, gracias a que una enfermera la llevó a un hospital donde pudieron salvar su vida, aunque no librarla de una parálisis cerebral que la ha acompañado toda la vida. Durante su intervención, hizo la siguiente reflexión: «Le pregunto a Planned Parenthood: Si el aborto tiene que ver con los derechos de las mujeres, ¿entonces dónde estaban los míos?». Otra superviviente de un intento de aborto es Melissa Ohden, quien aseguró ante el comité de investigación que «Planned Parenthood me habría matado si hubiera podido». Ohden habló en el Congreso como representante de los casi 44.000 casos de supervivientes de abortos conocidos hasta ahora. Su historia es sin duda estremecedora. En 1977, cuando su madre estaba embarazadade siete meses, se sometió a un aborto por envenenamiento salino. El aborto salió mal y Melissa acabó viva en un cubo basura. Y allí hubiera muerto si sus pulmones no se hubieran abierto, con lo que rompió a llorar y fue rescatada por los mismos médicos que habían tratado de quitarle la vida. Tras este suceso, Melissa fue adoptada, y no supo hasta los 14 años cómo había empezado su vida. James Bopp, abogado de la organización National Right to Life, declaró que los vídeos publicados por el Centro para el Progreso Médico demuestran sin lugar a dudas que Planned Parenthood está violando leyes federales en el caso de la obtención de tejido humano mediante la práctica ilegal de abortos, en especial los llamados de nacimiento parcial. Los comentarios realizados por los empleados de Planned Parenthood respecto a la obtención de tejido plantean preocupaciones creíbles de que los bebés nacen vivos después de un aborto inducido en Planned Parenthood.

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