Los médicos prohiben alimentar a Andrea hasta que muera de hambre y sed

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El equipo médico del hospital en el que está ingresada Andrea ha accedido a la petición de sus padres y decide retirarle la alimentación y dejar que muera de inanición. Los médicos retirarán la alimentación a la pequeña Andrea, aquejada de una enfermedad degenerativa incurable, según ha informado este lunes el letrado que asiste a su familia, Sergio Campos, tras reunirse con el equipo médico. A las puertas del hospital, Campos ha dicho que la pequeña tendrá una «muerte digna» como pedían sus padres. Esta decisión llega después de que los padres de la pequeña, de 12 años, acudieran a la justicia pidiendo que se adelantara la muerte de la niña, que no está conectada máquina alguna. Ha sido el Juzgado de primera instancia número 6 de Santiago de Compostela el que se ha hecho cargo del caso, pidiendo información al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) y al Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) sobre el estado de la pequeña. El servicio de Pediatría del hospital, que seguía dando alimento a la niña, había basado sus decisiones en la respuesta recibida a través de un auto previo del mismo juzgado, emitido en el mes de julio, y al considerar que no suponía «obstinación ni sobreesfuerzo terapéutico». Este lunes por la mañana, los padres de Andrea, Estela Ordóñez y Antonio Lago, pedían a la Justicia que se pronunciara sobre este caso. Su abogado había presentado una solicitud de suspensión del tratamiento médico que está recibiendo la paciente debido a la «extrema gravedad» de su situación clínica y a la «absoluta irreversibilidad» de su dolencia. «La vida de Andrea durante todos estos años no ha sido nada fácil y consideramos que con esta medida su futuro pueda ser un poco más dulce y fácil», decía el abogado.   Información de Gaceta.es  

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Comentarios
0 comentarios en “Los médicos prohiben alimentar a Andrea hasta que muera de hambre y sed
  1. Qué torpes! No creen en los milagros. Ho creo en un Dios que sana y que es hacedor de Milagros!
    No le quiten la vida a ese ser, dejenla vivir!

  2. Tanto los médicos como los indignos padres, son unos asesinos y Dios se lo tomará en cuenta. Van a asesinar a su propia hija mediante hambre y sed y todo por la incomodidad que les causa su precaria vida.

    Lo burlesco es que si hubieran hecho lo contrario, cuidarla hasta el último momento, aún sin esperanza de curación, no tendrían que esperar demasiado para que muriera tranquilamente y querida por sus padres y a ellos les quedaría la íntima satisfacción de haber hecho lo debido. Ellos se lo pierden.

  3. Parece ser que los médicos del hospital se han rendido. Me pregunto por qué no se rinden ya todos los microbiólogos, médicos, farmacéuticos y demás profesionales sanitarios que insisten en buscar soluciones para erradicar enfermedades o mejorar las condiciones de vida de los pacientes.
    .
    Algo extraño hay en este caso cuando el hospital dio la oportunidad a los padres para trasladar a la niña a su domicilio y hacer con ella lo que considerasen más conveniente. Pero no, se negaron. Esos padres saben que lo que están haciendo no está bien y por eso trasladan la responsabilidad sobre la vida de su hija al cuerpo médico a través de la Justicia. Y por cierto, ¿qué dice la niña al respecto?

  4. ¡Que astuto es el mal! no se trata de Andrea, se trata de legalizar la eutanasia.
    El caso de Andrea ha sido elegido como bandera.
    ¡Que Dios nos perdone a todos!, porqué nos atañe a todos, a sus familiares directamente y a España en su conjunto.

  5. Cuantos ancianos hay en España alimentados por la familia o por sonda nasogastrica, que va ser ahora de ellos?
    Yo tenía la esperanza que los médicos aguantaran la presión …
    Por qué no lo pidió la familia hace años o es que se han cansado…¡

  6. Deseo dejar mi comentario, casi un grito en el desierto, que me oprime el corazón al imaginar la terrible situación de esta criatura condenada a una muerte horrible… ¡por sus propios padres! ¿¡¡?
    Es evidente que estas personas tienen un corazón de piedra. Vivir junta a ellas debe ser un riesgo enorme.
    Tuve que vivir la experiencia de atender a una persona muy amada, mi esposa, con una enfermedad irreversible: demencia con tetraplejia a consecuencia de deterioro cerebral de origen desconocido.
    El dictamen médico era definitivo: no había ninguna posibilidad de recuperación, ni siquiera de mejoría. En estas condiciones fue atendida personalmente por mi, su esposo amado, que le facilitó en casa con delicadeza y cariño los cuidados paliativos necesarios para mantenerla viva durante más de seis años con alimentación y bebida por vía nasogástrica. Falleció a consecuencia de una neumonía sobrevenida.
    Estoy plenamente seguro de que ella habría hecho lo mismo si me toca a mi caer en esa situación.
    Puedo decir (gritar), que son los años más cargados de frutos positivos que he vivido durante mi ya larga vida.
    Este episodio de esta niñita de Santiago de Compostela reaviva mis viejos recuerdos y me aturde la imposibilidad de entender cómo unos padres pueden carecer de esta forma de entrañas de misericordia.
    Me siento impotente para hacer nada. Solo orar a Dios para que transforme su corazón y les conceda caer en la cuenta de lo que han hecho y arrepentirse durante toda su vida.
    ¡Dios sea siempre bendito y alabado!

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