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¿Que lugar ocupa la Biblia en su vida?

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El Sínodo de los Obispos del año 2008 constituyó un momento importante para la Iglesia, tanto en su preparación como en su celebración. Ahora es necesario profundizar en la experiencia y contenidos, a la vez que se desea que sea luz para las diócesis, especialmente en lo que se refiere a la Palabra de Dios y su relación con la animación de su pastoral.

Por esto, desde hoy hasta el miércoles, se están celebrando en la ciudad de Ávila, unas jornadas para vicarios de pastoral, para compartir la experiencia eclesial ayudados por quienes la han vivido de primera mano.

El objetivo de la reunión es conocer y profundizar en la experiencia de animación bíblica que se están llevando a término en las diócesis e iluminarla con la aportación del Sínodo sobre la Palabra de Dios en la vida y la misión de la Iglesia.

Se presentarán tres ponencias: la primera, sobre la vivencia eclesial y primacía de la Palabra de Dios en el Sínodo; la segunda, sobre la información teológico-pastoral sobre los grandes temas del Sínodo de 2008; y la tercera, sobre la Palabra de Dios en Santa Teresa de Ávila.

Esta reunión está organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral. Estará presente mañana el cardenal don Antonio María Rouco, para presidir la Eucaristía. Los vicarios de pastoral presentarán una comunicación sobre la Palabra de Dios y la acción pastoral en las diócesis.

Todo el contenido se busca que se sea doctrinal, pero también practico y pastoral con el fin de acercar más a los cristianos el inmenso tesoro de la Palabra de Dios, que es la revelación de Dios progresivamente a su pueblo elegido, que tuvo su plenitud en la llegada del Mesías, Jesús de Nazaret, quien siguió revelando en su evangelio la salvación universal que Él realizó con su Misterio Pascual, y anunció la llegada del Espíritu Santo, que es el mejor abogado y animador para profundizar en la hondura de la Revelación de Dios, puesta por escrito en la Sagrada Biblia.

Los esfuerzos pastorales que se han hecho, especialmente desde el Concilio Vaticano II, para acercar la Palabra de Dios al pueblo cristiano son muchos y variados. En unos casos han servido muy bien. En otros se ha caido en un aburrimiento de los laicos, que no han captado la hondura de la Palabra de Dios.

Estas jornadas deben servir para unificar experiencias pastorales y conseguir en las comunidades cristianas que la Biblia sea el único libro y la única fuente en la que beber la revelación divina a todos los hombres de buena voluntad.

Tomás de la Torre Lendínez

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