El Papa llamó por teléfono a Mario Palmaro

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El Papa ha tenido un gesto particular con uno de los autores del artículo «Este Papa no nos gusta». Los autores, como contamos en infovaticana fueron despedidos el pasado octubre de Radio María por dicho artículo, que pueden leer aquí. La historia nos la cuentan en Vino Nuovo.

Estoy seguro de que a ninguno de los dos interesados les gustaría que se supiese, y por razones nobles que respeto. No obstante soy periodista…y la noticia -si la hay- tengo que darla. Especialmente cuando son noticias que hacen honor a los dos protagonistas.

El Papa Bergoglio ha llamado por teléfono a Mario Palmaro. Se sabe que al Papa le encanta hacer estas sorpresas telefónicas. Pero esta vez, la situación ha tenido un sabor diferente, porque Palmaro (junto al coautor Alessandro Gnocchi con el que hace pareja fija) es el que firmó el artículo «Este Papa no nos gusta» que salía en la primera página del «Foglio» de hace unas semanas y recibió un aluvión de reacciones de todas partes- incluyendo Vino Nuovo.

Que  el Papa llame a uno de sus críticos es de por sí una cosa bonita, muy evangélica; y algunos testimonios aseguran que Palmaro -el cual es una persona recta y muy devoto, más allá de los tonos que utilice a veces (como quien escribe…) – ha acusado el golpe. Es por tanto claro que ni el uno ni el otro lado del «cable» pensaron en aquel momento hacer o sufrir algún tipo de acto «mediático». Es desterrable inmediatamente la tentación de pensar que se trataba de un intento de atenuar las críticas que había sufrido o de anular el ataque. En vez de eso las dos partes han podido saborear el gesto por lo que era: un acto paterno y fraterno de afecto, cercanía, preocupación cristiana.

Porque Palmaro, desafortunadamente, está también enfermo: lo puedo decir, en cuanto a que él mismo lo ha revelado en una reciente y lúcida entrevista concedida al periódico «Settimana»; gravemente enfermo. Joven, con cuatro hijos pequeños, siempre defensor de la vida en todas sus formas, tanto como para dedicar gran parte de su actividad de estudios y de escritor a la bioética. Se puede por tanto imaginar qué pensamientos pasan por su mente, más allá de la serenidad y de la fe que -digo yo- gracias a Dios continúan presidiendo su existencia.

La llamada del Papa no era por tanto una ocasión de crear un debate intelectual entre las razones del uno y del otro. No era ni siquiera sólo la demostración práctica del evangelio «si sólo amáis a los que os aman ¿qué mérito tenéis?» -que también sería un buen ejemplo. Era también la atención a una persona en cuanto tal, en sus dificultades más allá de sus diferencias de opinión.

La distancia se ha mantenido, porque no se ha hecho acepción de las posiciones de los demás, sino que han hablado, han intercambiado un respeto mutuo, seamos honestos: ¿cuántas veces nos gustaría que la Iglesia se comportara así? Y la paradoja – muy católica – es que Mario Palmaro tuvo el consuelo de probar las caricias ajenas gracias a aquel artículo. Estamos muy contentos de que le haya tocado a él.

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Comentarios
0 comentarios en “El Papa llamó por teléfono a Mario Palmaro
  1. Conozco a un sacerdote, amigo, tambien enfermo y pobre, humillado hasta por cuatro Obispos, al que nadie va a llamar, ni tan siquiera para preguntar como esta su salud, mucho menos para conocer la verdad. Sencillamente no les interesa, ha perdido su condición de persona..

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