(Catholic.net)- Fiesta de san Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbria, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó el célebre monasterio y escribió una Regla, que se propagó de tal modo por todas partes que por ella ha merecido ser llamado «Patriarca de los monjes de Occidente». Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo. († 547)
Patrón de Occidente, de Europa, de los maestros y los escolares, de los caldereros, mineros, espeólogos, de los moribundos, contra la fiebre, las inflamaciones, envenenamientos, los cólicos y contra la hechicería.
Benito de Nursia, conocido como San Benito, nació en Nursia, cerca de la ciudad italiana de Spoleto, 480, fundó la orden de los benedictinos y es considerado patrón de Europa y patriarca del monaquismo occidental. Benito escribió una Regla para sus monjes que fue llamada «La Santa Regla» y que ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas.
Su hermana gemela, Escolástica, también alcanzó la santidad.
Después de haber recibido en Roma una adecuada formación, estudiando la retórica y la filosofía. Se retiró de la ciudad a Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.
Tres años después se fue con los monjes de Vicovaro. No duró allí mucho ya que lo eligieron prior pero después trataron de envenenarlo por la disciplina que les exigía.
Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental. Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.
Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas rezando y meditando. Hacia también horas de trabajo manual, imitando a Jesucristo. Veía el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y ayunaba diariamente, sin comer nada hasta la tarde. Recibía a muchos para dirección espiritual. Algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar. Era famoso por su trato amable con todos.
Su gran amor y su fuerza fueron la Santa Cruz con la que hizo muchos milagros. Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito.
San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII muchos lugares comenzaron a celebrar su fiesta el 11 de julio.
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San Benito ,ruega por nosotros.
Qué de recuerdos me trae San Benito. Qué santo más hermoso, él y su hermana, Que personas más especiales había en ésos tiempos.
Querido San Benito,
Querido San Benito, si se pudiera regresar a aquellos tiempos de paz espiritual, cuando de ti platicabamos,
Ruégale a Dios por nosotros, querido Benito, ???
Una vida maravillosa la de San Benito. La leí cuando Joseph Ratzinger escogió como nombre papal el de Benedicto XVI afirmando que una de las razones de la elección era la vida y persona de San Benito.
Este santo, ni no tengo mal entendido, el dia que falleció lo hizo estando con sus hermanos de comunidad orando, él tenía los brazos levantados, en actitud orante, y una vez finalizada la oración, él seguía de pie con los brazos abiertos. Los hermanos dejaron pasar un rato prudencial, por respeto, más como tardaba mucho, al final se acercaron, y vieron que estaba muerto.
En ese preciso momento, 2 hermanos de la comunidad, que estaban pasando unos dias en ermitas de la montaña, algo alejados del santuario donde vivían, pues, como digo, en un momento preciso, vieron como un rayo de luz rapidísimo que surgía del convento, hacia el cielo. Quedaron impresionados y ambos volvieron al convento a contarlo a la comunidad. Justo coincidió que en el momento que lo vieron era cuando San Benito moría mientras oraba, estando de pie.