El párroco de Santo Tomás de Villanueva asegura en declaraciones a INFOVATICANA que había hablado con el arzobispo de Madrid y que le dio su visto bueno al encuentro del ‘Círculo Podemos de Espiritualidad Progresista.’ Osoro afirmó no saber nada del encuentro. El pasado sábado 11 de abril una parroquia madrileña, Santo Tomás de Villanueva, acogía un acto de un grupo denominado «Círculo Podemos de Espiritualidad Progresista«. En realidad se trató de un acto político del grupo emergente de extrema izquierda llamado PODEMOS, que cuenta entre sus destacados miembros con algunas de las mujeres que profanaron la capilla de la facultad de psicología de la Universidad Complutense. De hecho, entre los ponentes en la madrileña parroquia se encontraba Juan Carlos Monedero, quien defendiera entonces el acto sacrílego que tuvo lugar, tristemente, en 2011 en una capilla universitaria. Osoro dijo a INFOVATICANA no saber nada: «De eso no sé nada», repitió varias veces el Arzobispo de Madrid el pasado viernes a la salida de un desayuno informativo en el Hotel Ritz. El arzobispo de Madrid afirmó que entendía que “el párroco habrá estudiado bien el tema“, y que si a ese encuentro se va a rezar, él no tenía por qué impedirlo.
En cambio, desde la parroquia, en declaraciones del propio párroco a INFOVATICANA, se ha asegurado que había hablado con el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y que él le había dado el visto bueno al encuentro. Considera el párroco, responsable de haber acogido en su parroquia un encuentro de estas características, que este acto sólo era «un foro de discusión entre distintas espiritualidades, con aportaciones muy positivas y en el que se reivindicaba una mayor presencia de la espiritualidad en el ámbito público.» «De hecho, no ha sentado nada bien en algunos sectores de Podemos y ha generado tensión interna en el partido», sostiene el párroco, «Yo sólo me pasé un rato y vi muchas ganas de encuentro, el nombre que más se repitió fue el de San Juan de la Cruz», relata este sacerdote acerca del encuentro. Cabe recordar que durante el mismo, y según estaba previsto en el programa, se realizaron actividades como el tai chi o el yoga, después de 20 minutos de “sonido de cuencos tibetanos y silencio meditativo”. El párroco ha asegurado que durante el evento «no se pisó el templo» ya que no era un acto de la parroquia, sino que sólo les dejaron las instalaciones. Así se justifica que en ese encuentro que pretendía unir a distintas espiritualidades no hubiera ninguna manifestación de una realidad espiritual como la católica.
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