Prenden fuego y profanan una capilla en San Vicente do Mar

El párroco asegura que es obra de ‘los chicos del botellón’ que se colaron dentro del templo, prendieron fuego al altar y profanaron el Santísimo Sacramento.  Eran alrededor de las 9 de la mañana del pasado martes cuando una vecina del municipio gallego de O Grove, en la provincia de Pontevedra, alertó a emergencias de que salía humo de la capilla de San Vicente do Mar. Inmediatamente llegaron al lugar los dispositivos de emergencias y el párroco de la iglesia de San Vicente, que entraron en el templo y descubrieron que habían prendido fuego al interior del edificio. «Una vecina que estaba sacando al perro vio un cristal roto en la iglesia y al asomarse descubrió que una vela estaba prendiendo una tabla de madera», relata el párroco, al tiempo que señala que cree que «la intención de quien prendió la vela era incendiar las puertas del templo que son de madera». «Me llamaron por la mañana», declara este sacerdote, «y pensé que se trataba de una chiquillada hasta que llegué a la capilla y la vi destrozada y el sagrario abierto y el copón de lado…». Según han informado el párroco y las fuerzas de seguridad, todo parece indicar que unos vándalos entraron de madrugada en el templo y rociaron el altar mayor con líquido inflamable y le prendieron fuego. «Son los del botellón», sostiene el párroco de San Vicente do Mar, «que bebieron de más y rompieron el cristal para entrar en la iglesia». Los responsables de este ataque también se atrevieron a abrir el sagrario del templo y sacar las hostias consagradas de su interior. «Para mí lo más doloroso ha sido que profanaron el Santísimo», asegura con tristeza el párroco. Este sacerdote cuenta cómo cuando llegó a la iglesia quedó desolado al ver las formas consagradas tiradas por el suelo y pisoteadas. «No sé qué hicieron con el Cuerpo de Cristo, si lo comieron porque estaba tirado por el suelo y pisoteado», relata con la voz quebrada. Lo extraño de esta profanación es que no forzaron el sagrario, sino que lo abrieron con llave. «No entiendo cómo sabían donde estaba la llave. Estaba dentro de la sacristía, dentro de un armario cerrado y dentro de una cajita», revela el párroco. Al ser preguntado acerca de si piensa que se trata simplemente de la acción de unos jóvenes ebrios o de un ataque anticlerical, el párroco contesta que «un poco de las dos cosas». «Pero si no creen, que por lo menos respeten, es que no lo puedo entender», se lamenta este sacerdote, que asegura no haber recibido ningún ataque personal en el tiempo que lleva en el pueblo. «Hace cinco años también entraron en el templo, pero nunca habían profanado el Santísimo», asegura. Aunque el fuego no logró incendiar toda la capilla, si causó múltiples daños a libros, tallas y a las vestiduras del sacerdote guardadas en la sacristía, «el misal estaba completamente calcinado», asegura el párroco. Las llamas fueron extinguidas rápidamente por los miembros de Protección Civil de O Grove y gracias a eso no provocaron mayores daños. Todo hace pensar que los vándalos se encontraban bebiendo cuando decidieron irrumpir en el interior del templo y profanar el Santísimo, ya que se han encontrado latas de cerveza vacías en la iglesia. Según informan las autoridades, las inmediaciones del templo suelen ser un sitio frecuente de celebración de botellones. La Guardia Civil asegura que ha abierto una investigación para encontrar a los autores de la profanación de esta capilla en Galicia.